ROMANTICISMO (Siglo XIX)

El Romanticismo fue un movimiento literario que se inició en el siglo XVIII en Alemania, que se dispersó y cultivó por toda Europa hasta mediados del siglo XIX y que continúa ejerciendo su influencia hasta la actualidad. Este movimiento se opuso al expansivo capitalismo industrial y al racionalismo ilustrado. Entre sus características principales se encontraban la constante presencia de temas preindustriales como la naturaleza, los mitos grecolatinos y medievales. También se caracterizaba por la búsqueda constante de la originalidad como una forma de contraponerse a la profesionalización del artista y de la conversión de la obra de arte en una mercancía, dado que los escritores profesionales se servían de técnicas de escrituras genéricas, efectivas en el mercado. También se caracterizaba por concebir al artista como un intermediario entre lo trascendental y lo esencial; el artista sólo escribía por la inspiración, también como una forma de oponerse al profesionalismo en la escritura.

Para la sociedad de esa época, la razón no podía explicarlo todo, por ello tomaron fuerza el subjetivismo, el deseo de evasión, el intimismo a la hora de expresar sentimientos así como la interiorización del mundo.

Tras los ideales de la Revolución Francesa, la libertad creadora dio pie a la aparición de nuevas formas, estilos y temas, estableciéndose una ruptura de lo preestablecido, que quedaría reflejada en el arte. La obra literaria podía estar escrita en verso y prosa, hablar del amor y la tristeza, aportar verosimilitud e imaginación,... Poco a poco, los valores románticos fueron dejando paso al realismo posterior, encargado de plasmar la realidad tal y como era.

Entre las características del Romanticismo destacaron :

- El INDIVIDUALISMO. El hombre romántico creía que la realidad auténtica no estaba fuera del ser humano, sino en su propio espíritu, siendo una realidad no perceptible por los sentidos. De ahí surgiría el culto al YO individual que rozaría el egocentrismo. El romántico pensaba que el arte era una forma de conocimiento, y el artista, un "descubridor" favorecido por un don sobrenatural que le hacía capaz de ver en su interior y poder comunicar a los demás mortales lo que ellos no podían contemplar. El individualismo romántico fomentó también la exaltación de los sentimientos y la tendencia a abandonarse en las emociones violentas o delicadas.

-La BÚSQUEDA DEL ABSOLUTO. Como consecuencia de la sobrevaloración del YO, el artista romántico se debatió entre dos polos opuestos. Por un lado, el deseo de alcanzar el Absoluto, lo eterno; y por otro, la imposibidad de transcender lo puramente material y limitado, la realidad. El mundo de lo desconocido ejerció sobre los románticos una enorme atracción; pero entre ese desconocido ideal y el hombre se interponía la realidad. El artista tendió así a proyectar sobre esa realidad su propio YO, idealizándola. Como consecuencia, nació el desencanto y la frustración que darían lugar al llamado « mal del siglo », una especie de sentimentalismo enfermizo que llegó a ponerse de moda. Otras veces, frente al problema de la realidad, el artista romántico adoptaba una actitud de amarga ironía con el objetivo de distanciarse de esa realidad que lo atormentaba.

-El SENTIMIENTO DE REBELDÍA Y LIBERTAD. La insatisfacción ante la realidad engendró también una rebeldía contra lo establecido. Los artistas románticos buscaban verse reflejados en una serie de personajes simbólicos, ejemplos máximos de esa rebeldía contra lo establecido: Prometeo que representaba el levantamiento del hombre contra su propio destino y contra los dioses que le crearon (Ej. Frankestein); Satanás, el ángel caído que desafió a Dios y se burló de lo sagrado (Don Álvaro, Don Félix el estudiante de Salamanca); Caín, que representaba la rebeldía contra Dios y contra todo lo que era considerado "bueno"; Don Juan, buscador del Absoluto a través del amor.

El sentimiento de libertad personal también fue producto de la nueva concepción del YO. Los románticos consideraron la libertad personal de cada individuo como el principal valor de la condición humana. En el terreno sociopolítico, ese sentimiento se identificaría con el liberalismo, mientras que en el terreno de la crítica literaria se manifestaría en la abolición de la rigidez de las reglas neoclásicas y en la defensa de la libertad del autor frente a los preceptos.

-La EVASIÓN. El arte romántico huía de la realidad y escapaba hacia otros mundos creados por la imaginación del artista, fruto del desencanto de su propio tiempo. En el terreno literario se hablaría de cuatro evasiones posibles:

- Evasión en el espacio, creándose un nuevo concepto de la naturaleza, considerada como algo dinámico y sobre la que los artistas proyectarían sus propios sentimientos: lugares naturales tormentosos, oscuros, escarpados, cargados de misterio. En cambio, otros artistas ambientarían sus obras en lugares exóticos y alejados para así evadirse de la triste y decadente realidad.

- Evasión en el tiempo. El pasado y la época medieval atrajo poderosamente a los románticos, ya que la distancia en el tiempo y el desconocimiento de aquellos siglos, los envolvían en un cierto encanto misterioso. El gusto por evadirse en el tiempo se pondría de moda en España y, sobre todo, su Edad Media.

- Evasión en el misterio. Los románticos se sentían atraídos por el enigma, el misterio y lo desconocido. Partían de la idea de que el misterio era inaccesible a la mente humana común. Sólo unos pocos, los elegidos, podrían llegar a desvelarlo. Sólo en el misterio, en lo desconocido, el hombre podría encontrar la razón para vivir que le negaba la realidad y para alcanzar lo Absoluto. Literariamente, ese interés por lo misterioso se manifiestó en el gusto por una escenografía característica: la noche, los ambientes sepulcrales, las ruinas, las calles de las viejas ciudades medievales,…

- Evasión en el mundo onírico. El artista encontraba en los sueños la posibilidad de eludir la realidad ordinaria, la posibilidad de viajar a un mundo misterioso, indefinido, lleno de belleza romántica,... En definitiva, el concepto onírico se convertió en un verdadero estado poético, a través del cual, el artista podía conocer aquello que era inaccesible en el estado de vigilia.

Entre los géneros literarios románticos se encontraban:

-La PROSA, dentro de la cual destacaron varios subgéneros:

La novela histórica; su aparición se debió al interés de los románticos por el pasado, especialmente por la Edad Media. Casi todas las novelas de este género que se escribieron en España estuvieron influenciadas por el escritor escocés Walter Scott y el francés Alejandro Dumas. Algunos ejemplos de novelas históricas españolas destacadas fueron El doncel de don Enrique el doliente, de Mariano José de Larra; Sancho Saldaña, de Espronceda; El señor de Bembibre, de Gil y Carrasco. Por otro lado, la novela histórica fue un claro ejemplo de la evasión romántica por medio de la cual se expresaba el dominio de la imaginación y el gusto por la recreación de mundos pasados. Razón por la cual abundaban los arcaísmos deliberados con el fin de acentuar ese carácter antiguo.

El costumbrismo; la manifestación más importante de la prosa romántica española que serviría de base a la futura literatura realista. El costumbrismo era fruto de la preocupación por lo popular y folklórico, pero, al mismo tiempo, manifestaba una intención realista en la que, unas veces se idealizaba la realidad y otras, tomaba los aspectos más pintorescos de la misma. El costumbrismo romántico, en ese sentido, adoptó dos formas; el cuadro de costumbres donde se resaltaba la descripción de situaciones pintorescas (Mesonero Romanos, Estébanez Calderón); el artículo de costumbres, que contenía generalmente una intención crítica y reflexiva (Larra); la leyenda en prosa, género que recogía el gusto romántico por el misterio y el sentimentalismo (Bécquer).

-El TEATRO. El estilo dominante fue el drama, que abarcaba desde las tragedias hasta la comedias. El drama romántico se identificaba por la eliminación de las tres unidades, el empleo del verso o la mezcla de verso y prosa, la introducción en las obras de grandes efectos escénicos, la preferencia por los temas históricos y el planteamiento de los conflictos propios del Romanticismo.

-La POESÍA. La poesía se caracterizó por su posición dominante sobre otras formas literarias, debido a que era considerada como el vehículo más adecuado para la expresión de los sentimientos. Según los artistas, la poesía era una forma de conocimiento y el poeta era un descubridor de mundos y realidades ocultas a los demás mortales. En la poesía española de la época destacarían, por un lado, la poesía de carácter histórico-legendario y estilo altisonante muy enriquecido con recursos formales (Rivas, Espronceda, Zorrilla); por otro, la poesía de carácter lírico y sentimental, más subjetiva e intimista y de mayor sobriedad estilística (Bécquer, Rosalía de Castro).

Los principales representantes del romanticismo fueron el alemán Johann Wolfgang Goethe, el francés Victor Hugo, el español Gustavo Adolfo Bécquer, el estadounidense Edgar Allan Poe o la inglesa Mary Shelley, entre otros.

La vertiente literaria del Romanticismo se fragmentaría posteriormente en diversas corrientes, como el Parnasianismo, el Simbolismo, el Decadentismo o el Prerrafaelismo, reunidas en la denominación general de Posromanticismo, una derivación del cual fue el llamado Modernismo hispanoamericano. Tuvo fundamentales aportes en los campos de la literatura, la pintura y la música. Posteriormente, una de las corrientes vanguardistas del siglo XX, el Surrealismo, llevó al extremo los postulados románticos de la exaltación del yo.