El universo gótico, una delgada línea entre el terror y lo sublime.

El movimiento gótico surgió en Inglaterra a finales del siglo XVIII como reacción al Racionalismo ilustrado, el cual con su desproporcionado culto a la razón rechazaba lo sobrenatural en la vida cotidiana. El gusto por lo gótico se convirtió en un claro alegato contra la rigidez de la razón. Una de las características de la corriente gótica fue el concepto de lo sublime unido a la imaginación y a la fantasía, entendido como todo aquello que provocaba estremecimiento y miedo en el hombre, justamente ese miedo es el sentimiento sublime del movimiento gótico.

A pesar de las ideas dominantes de la Ilustración, la afición por el exceso gótico pronto llamó la atención de los intelectuales ingleses originando una creciente sucesión de narrativas góticas que proliferaron entre los siglos XVIII y  XIX, y que dieron lugar a una iconografía que sigue siendo muy familiar hoy en día en todo tipo de géneros, sobre todo el cinematográfico. Basaron su temática en la fascinación por lo misterioso donde predominaba una imaginación exasperada que abrazaba la fantansía y se internaba en los sentimientos del ser humano que se sentía acechado en medio de un entorno sobrenatural: castillos mediavales de aspecto tenebroso con pasadizos secretos aún más espeluznantes, criptas húmedas en medio de aterradores cementerios, paisajes lúgubres y siniestros inundados por la niebla e iluminados por la luz de la luna, villanos satánicos y pervesos que hacían pactos diabólicos para conseguir sus siniestros planes intentado  destruir, a su paso, la mente de inocentes,  hombres lobos, vampiros…. Todo ello antecedente directo de lo que luego sería el relato sobrenatural de unas criaturas paranormales no menos escalofriantes: los fantasmas. 

El terror gótico tal y como se conoce actualmente fue una invención de ese periodo, pese a la actitud reacia de los ilustrados del Racionalismo que no se sentían nada atraídos por los personajes sobrenaturales que Shakespeare y sus contemporáneos habían explotado con tanto empeño. A principios del siglo XVIII, esos mismos personajes volvieron aún con más fuerza en forma de novelas y poemas góticos. La razón era, así, sustituida por la aparición de lo invisible y terrorífico.

El siglo XIX supuso la renovación de la novela gótica con Edgar Allan Poe. Recordado especialmente por sus Cuentos de terror, Poe fue calificado bajo el concepto de « poeta maldito » en el ensayo « Les Poètes Maudits » de Verlaine. Ese mismo concepto de malditismo englobaría a cualquier poeta que llevara una vida bohemia, que rechazara las normas establecidas, tanto sociales como artísticas, y que desarrollara un arte libre y provocativo:  Rimbaud, Shelley, Baudelaire, Byron o William Blake son un claro ejemplo de ello.

Un siglo más tarde, el romance paranormal cobraría su forma actual con las Crónicas Vampíricas de Anne Rice, donde se mezcla el amor, la muerte, el existencialismo, la condición humana y la inmortalidad. Recientemente tomó el relevo Stephenie Meyer con su exitosa Saga Crepúsculo.

Otra obra de gran repercusión del S. XX es la del maestro del horror cósmico, H.P. Lovecraft, cuya temática se centraba en extraños seres extraterrestres que habitaron la Tierra mucho antes de los seres humanos.

En cuanto al género cinematográfico, Nosferatu, película muda rodada en 1922, es un indudable referente de inspiración gótica. Setenta años más tarde, llegaría Drácula,  película basada en la novela bajo ese mismo título de Bram Stoker, donde se retrata la vida de una serie de personajes que se debaten entre la esperanza y la tragedia rodeados de una atmósfera gótica.

Junto a Bram Stoker destacarían otros autores como Mary Shelley y su Frankenstein, uno de los monstruos más estremecedores pero al mismo tiempo más enternecedores de la narrativa gótica;  Gaston Leroux y su Fantasma de la Ópera, que combina magistralmente romance, tragedia, terror, misterio y género policíaco; u Oscar Wilde y su retrato de Dorian Grey, considerada una de las últimas obras clásicas de la novela de terror gótica. Todas ellas han sido llevadas a la pequeña o gran pantalla.

Con el tiempo, tomaron el relevo películas como Pesadilla antes de Navidad o Eduardo Manostijeras, de Tim Burton. Un mundo imaginario y tenebroso a menudo habitado por seres enigmáticos y sobrenaturales. Por citar otro ejemplo …¿Quién no recuerda El cuervo, del director Alex Projas? Una película de culto por la calidad de su argumento, narrativa y profundidad de sus personajes principales, envueltos en un romance puro en medio de la violencia y la venganza escondidas bajo una estética gótica. 

En el paronama musical, la situación no era muy diferente. La decandencia del punk a finales de los 70’ condujo a los jóvenes inconformistas a una étapa de decepción, desidia e introspectismo de la cual resultaría el lirismo de Bowie, Iggy Pop o Lou Reed. Las composiciones se volvieron más íntimas y decadentes, llenas de desaliento, tristeza, pérdida. Apareció el interés por lo oculto, la atracción por la muerte, el rechazo de la sociedad. Había nacido el Post Punk y la cultura underground: The Cure, Joy Division, Siouxsie & The Banshees, Bauhaus,…

A mediados de los ochenta sería el turno de bandas como The Sisters of Mercy, The Mission UK, Xmal Deutschland, The Bolshoi, Fields of Nephilim.  Los 90 traerían consigo el sonido rock metal gótico con grupos como Evanescence, Within Temptation, Nigthwish, The Rasmus o HIM, entre otros.

Volviendo a la narrativa, si la literatura fantástica tradicional coincide, hoy en día, en gran medida con el gótico es porque el género gótico ha quedado relegado a un movimiento que ha tenido una inmensa influencia en los todos géneros actuales. Su presencia, sin embargo, es mucho más variada; ciencia ficción, novela romántica con algún que otro influjo gótico. El terror ha sido implantado en la realidad distópica, en la fantasía, en futuros intergalácticos, donde aparecen personajes siniestros, malvados y terroríficos bajo las figuras de pertubados científicos, extraterrestres, zombies y un sinfín de extraños mosntruos mutantes… ¿A que os suena de algo?.... Y es que más de dos siglos después, seguimos dejándonos cautivar por ese lado oscuro y mágico, fantástico y sobrenatural, terrorífico y sublime del fascinante universo gótico.

Maria