¿Portadas? Si te he visto,... sí que me acuerdo.

¿No os habéis topado alguna vez, mientras buscabais un nueva novela para leer, con una portada, y tener la extraña sensación de haberla visto antes? Pero, lo más curioso de todo, es estar completamente convencid@s de que no habéis leído el libro aún.

Hace ya algún tiempo que leí El Encanto del Cuervo, de María Martinez. Su portada es monísima y, por tanto, no es fácil de olvidar. La imagen de una chica con un vestido elegante que mira hacia atrás, y como fondo un bosque, atrapa la atención del lector. No obstante, la cuestión es que hace poco, navegando por una web de libros, me pareció verla. Me sorprendí al constatar que no se trataba de la misma novela, aunque la foto de base es la misma, la composición es diferente. La misma foto ha servido de portada a distintas novelas: The Treachery of Beautiful Things, de Ruth Frances Long, The Hedgewitch Queen de Lilith SaintCrow, Gravity de Abigail Boyd,…DIFERENTES NOVELAS, MISMA PORTADA. Y puede que aún haya más.

Como much@s sabéis, la portada de un libro es como la presentación del mismo y la primera impresión que el lector tenga de ella es lo que hará que éste decida echar un vistazo a un libro o a otro. Por todo esto, me ha llamado mucho la atención esta gran coincidencia entre estas cuatro novelas.

Cuando se publica un libro, uno de los pasos más importantes del proceso es, sin duda, la elección de la ilustración de la portada. Larga, cuidada y reflexionada, debe ser atractiva, reflejar el contenido del libro, por qué no complementar el título, y sobre todo tener un impacto comercial. Y para ello, hay muchas técnicas. Pero la más habitual es comprar los derechos de imagen de la obra de un artista, ya sea un diseñador, un ilustrador por ordenador o un fotógrafo. Hay muchos profesionales que ofrecen su trabajo a la industria editorial y/o que trabajan con ella de forma habitual.

Y en este caso, ocurre que un artista vende la misma ilustración dos veces a dos editoriales diferentes. ¿Está prohibido? En absoluto, incluso es legal y el uso que se hace de estas imágenes por parte de la editorial es totalmente gratuito. Pueden utilizarlas tal cual o modificarlas como deseen.

También ocurre que dos novelas totalmente diferentes tengan la misma portada o la misma base artística. Aquí os dejo algunas más:

Y, cómo no, luego está la otra cara de la moneda. UNA MISMA NOVELA, DIFERENTES PORTADAS. De hecho, es la editorial quién decide, salvo raras excepciones, el diseño de las portada de los libros que edita. Por ello es normal que en cada país podamos encontrar una portada diferente para el mismo título, si los derechos de publicación los tienen diferentes editoriales.

En ocasiones, también, las editoriales apuestan por una reedición de un libro y le actualizan su portada. Incluso se da el caso, como mera estrategia de marketing, que diferencian la portada si lo editan en tapa blanda, dura, edición bolsillo, etc. Sea como sea, hay libros que dejan huella en la historia, que no terminan de pasar desapercibidos. Justamente, es en estos libros donde se sitúa el negocio de la reimpresión, donde los « imperdibles clásicos » hacen su labor e invitan solos a ser leídos, tal es el caso de Romeo y Julieta, El Retrato de Dorian Gray, 1984,… y tantos otros.