Reseña #44 - Cinder - Marissa Meyer

 

Supongo que lo primero que os viene a la cabeza cuando pensáis en la palabra "Cinder" y veis el zapato de cristal (bueno, en este caso, un zapato rojo) en la portada de este libro sea quizás la imagen de… Cenicienta. Cinder es el primer libro de la saga Crónicas Lunares de Marissa Meyer, un drama futurista, distópico y steampunk sobre los clásicos cuentos de hadas.

La saga comienza con Cinder, Cenicienta, que será el hilo conductor de los libros sucesivos, cada uno de los cuales tendrá una protagonista diferente. Así Scarlet es Caperucita Roja, Cress (Rapunzel) y Winter (Blancanieves). Por otro lado, también cabe mencionar Fairest, una precuela centrada en la historia de la reina Levana, inspirada en Maléfica en cuanto a su relación con los espejos.

Respecto al primer libro, la historia gira en torno a una adolescente cyborg llamada Cinder Linh, conocida por ser la mejor mecánica de Nueva Pekín. Sin embargo, a pesar de habitar en un mundo futurista, el hecho de ser una cyborg la convierte en una ciudadana de segunda, pues los robots y los androides son normales, por el contrario, los cyborgs, extrañamente, son repudiados y marginados por una sociedad que los considera parias.

De esta manera, nos sumergimos en una era futurista en la que humanos y androides conviven amenazados por una pandemia mortal, llamada letumosis. Mientras tanto la malvada y poderosa reina lunar, Levana, no sólo no se detendrá ante nada en su plan para apoderarse de la Tierra sino que también intentará boicotear el tratado que mantiene la paz, instaurada tras la Cuarta Guerra Mundial, si no se accede a sus deseos de establecer una alianza matrimonial con la Comunidad Oriental, una de las naciones que surgieron tras la Cuarta Guerra Mundial.

No obstante, la monótona vida de Cinder cambia un buen día cuando el mismísimo príncipe Kai, heredero al trono, se presenta en su tienda para que repare su androide personal. Poco imaginaban que este encuentro cambiaría irremediablemente la vida de ambos y que se encontrarían en medio de una lucha intergaláctica cuando, de repente, la pandemia (letumosis) asola el mercado donde trabaja Cinder, la misma enfermedad que también ha afectado al actual emperador del reino, el padre de Kai. Incluso una de las hermanastras de Cinder, Peony, también se contagia. Por ello, Cinder se presta voluntaria a las pruebas médicas para desarrollar una vacuna, a pesar de que nadie, antes, ha sobrevivido a ellas. Extrañamente, Cinder logra salir inmune. Sin embargo, la mayor amenaza de Cinder no se encuentra precisamente en la Tierra. La reina Levana, regente de los habitantes de la Luna, despiadada y déspota desciende a la Tierra con la firme intención de casarse con el príncipe Kai o, de lo contrario, declarará la guerra a la Tierra. Sin lugar a dudas, la reina Levana es uno de los personajes gracias al cual Cinder mantiene una actitud rebelde e inconformista. Es cruel y sabe jugar bien sus cartas con el objetivo de dominar la sociedad, una sociedad cuyo futuro es ominoso y está repleto de peligros.

Página a página, el lector se va introduciendo en un mundo oscuro cuyo equilibrio amenaza con fragmentarse. Lejos de seguir el cuento clásico, la historia de Cinder es mucho menos bonita, más madura, más bélica y aterradora, ya que Cinder no es sólo una historia de amor. Su trama es mucho más cruel, asfixiante e hipócrita. Sí, es un romance tierno pero complicado que oculta muchos secretos y sorpresas. Hay belleza, tecnología, realeza… pero también hay muerte, pandemia, discriminación, amenaza de guerra y una reina perversa.

Cinder es un personaje lleno de complejidad que conquista al lector por su valentía, ingenio, firmeza y astucia. Pero si hay algo que la caracteriza es por ser un personaje luchador. Su existencia no ha sido nada fácil a causa de una serie de altibajos: la muerte de su padrastro, el contagio de su hermanastra Peony, que es la única con la que se lleva bien, su pie y la lluvia cuando se apresura a avisar al príncipe Kai, un joven atractivo y encantador que vuelve locas a todas las féminas del reino, incluso a Cinder, aunque ésta se niegue a admitir que está enamorada de él, intente convencerse a sí misma reiteradamente de lo contrario y trate de escabullirse de los encantos de Kai. Tal vez cueste creerlo, pero es justamente todo esto lo que la hace entrañable como personaje. Entre su lucha interna y la realidad que le ha tocado vivir siempre está dispuesta a luchar, a salvarse y no se rinde. Nunca se rinde.

En cuanto al príncipe, Kai, como futuro emperador, se debate entre lo que cree que es correcto (no dejarse manipular e intentar ser un líder justo) y lo que mantendrá a su pueblo y a todo su planeta a salvo (casarse con la reina Levana para obtener un acuerdo de paz y una posible vacuna contra la letumosis). En definitiva, un chico que intenta salvar a su pueblo sin saber cómo salvarse a sí mismo.

Los personajes secundarios están claramente categorizados; los buenos son buenos, los malos son malos, malísimos sin matices. Así como Cinder es un personaje fantástico al que todo lector apoyaría de principio a fin, su madrastra y su hermanastra, Pearl, son despreciables, tanto que nunca permitirán que Cinder olvide que es una ciudadana de segunda clase solo por ser un cyborg. Pero si hay un personaje realmente demoledor y aplastante entre los malos, esa es la reina Levana, una villana dominante, cruel, bella y difícil entre todas las villanas.

Y por otro lado, entre los buenos, está el personaje de Iko, una androide encantadora, divertida, excéntrica y muy buena amiga de Cinder. También resulta interesante como personaje, Peony, la otra hermanastra de Cinder, única amiga humana de Cinder, que nada tiene que ver con la del cuento clásico original.

En definitiva, una versión futurista del cuento clásico de Perrault. En esta historia el «Érase una vez» se transforma en «Érase una vez en el futuro». Érase una vez en el futuro, el planeta Tierra, que ha pasado por una Cuarta Guerra Mundial, y que ahora tiene que soportar no sólo a los habitantes lunares con malas intenciones, regidos por la malvada reina Levana sino también los estragos causados por una letal pandemia. Un remake distópico, original y adictivo con personajes bien desarrollados y situados en un contexto totalmente diferente, permitiendo que la trama tenga entidad propia, pero, a la vez, haciendo un guiño al cuento clásico. Sigue habiendo una hermanastra malísima, una madrastra perversa y maltratadora (a la que dan ganas de abofetear). Sigue habiendo un príncipe, bastante encantador, que busca un zapato que le quede bien sin sospechar que Cinder, la Cenicienta, es mitad humana, mitad cyborg, una mecánica inteligente y osada, con la que simpatizamos inmediatamente… y que inevitablemente acaba conociendo al príncipe Kai. Su atracción mutua es inmediata pero sus sentimientos mutuos se construyen con discreción, sin exhibiciones y con algunos toques de humor. Sigue habiendo la clásica escena de la huida por las escalinatas. Sigue habiendo un baile real, aunque, esta vez, no haya hada madrina. Sin lugar a dudas, la trama engancha, eso es un hecho. No he podido despegarme desde la primera página hasta terminarlo: su ritmo, la prosa de la autora, el mundo fascinante en el que se ambienta sin olvidar a los magníficos personajes con los que resulta fácil encariñarse. A pesar del gran número de páginas, la historia tiene fluidez y giros que convierten la lectura en adictiva y el final te deja con ganas de más, porque si estabáis pensando que esta primera parte tiene un final cerrado, estáis muy equivocad@s. Los siguientes volúmenes dan continuidad a la historia, retomando otros cuentos famosos: Caperucita Roja, Rapunzel y Blancanieves. Cinder es sólo el primer libro de las Crónicas Lunares de Meyer, un retelling increíble lleno de acción, suspenso, romance y aventura. Con la brillante imaginación de Meyer y su agudo sentido creativo, los lectores se enamorarán seguramente de cada libro de la saga. Muy recomendable.