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jueves, 25 de agosto de 2022

House of Dragon: el origen de Game of Thrones


 Ambientada dos siglos antes de los fantásticos acontecimientos de Juego de Tronos, La Casa del Dragón nos traslada a Poniente, donde nos enfrentamos a intrigas y muertes sangrientas y como extra: dragones. Está basada en la novela de 2018 Fuego y Sangre de George RR Martin. Esta historia de la dinastía Targaryen habla de la "Danza de los dragones". Dos facciones de la familia del maestro dragón de pelo plateado y aparentemente incombustible están en guerra.

El mundo de Poniente fue creado por el autor George RR Martin en su libro Canción de Hielo y Fuego. También escribió Fuego y sangre, una novela independiente de la serie principal, en 2018. Este libro detalla el mundo cientos de años antes, antes de la serie principal. Sirve de base para la Casa del Dragón.

La serie comienza con las disputas familiares por la sucesión de la línea real en una época llamada "Danza de los Dragones". Viserys, interpretado por Paddy Considine, y Rhaerys, interpretado por Emma D'Arcy, son los dos aspirantes al trono. Estos dos rivales son los nietos de Jaehaerys, el rey gobernante. Viserys es elegido como el próximo heredero, ya que el reino nunca ha sido gobernado por una mujer.



Anarquía, el origen de la Casa del Dragón

George RR Martin detalló los acontecimientos del mundo real que inspiraron su libro y su serie de televisión. Las similitudes son claras. Según el autor, se inspiró en la "Anarquía" que tuvo lugar entre 1138 y 1153.

Puede que no lo parezca, pero la Casa del Dragón de HBO tiene sus raíces en una guerra civil muy real de principios de la época medieval.

Esta guerra civil estalló en Inglaterra y Normandía. El rey Enrique I de Inglaterra lo provocó al nombrar heredera a su hija Maud tras la muerte de su hijo mientras cruzaba el Canal de la Mancha. Pidió a los señores de la tierra que le juraran fidelidad, cosa que olvidaron convenientemente cuando murió Enrique.

Estos señores querían prometer lealtad a Esteban, el primo de Maud, que cruzó el Canal para ser coronado rey en su lugar. La anarquía es la batalla por el trono entre Maud y Stephen.

Una vez más, cualquiera puede ser arrojado a los pozos de fuego del dragón. De cualquier modo, volveremos a Desembarco del Rey (King's Landing), 200 años antes de los acontecimientos de Juego de Tronos, para seguir a nuevos personajes con los ojos puestos en el Trono de Hierro... 

Interpretado por Paddy Considine

Viserys I Targaryen, Rey de los Siete Reinos

El hijo mayor del príncipe Baelon Targaryen y su hermana-esposa, Alyssa, se convirtió en el quinto rey de la dinastía Targaryen y ascendió al Trono de Hierro en el año 103, con 26 años tras la muerte de su abuelo, el rey Jaehaerys I Targaryen. Montando al dragón Balerion el Terror Negro, tiene una relación contenciosa con sus herederos, sembrando las semillas de una guerra de sucesión. Al principio, Viserys está decidido a producir un heredero masculino que pueda sucederle. Entonces diseña un plan para anular completamente el orden de sucesión. Así, preparará a su hija, la princesa Rhaenyra, para convertirse en reina.

Interpretado por Matt Smith
Daemon Targaryen, Príncipe de los Siete Reinos

Hermano menor del rey Viserys Targaryen, hijo menor del rey Baelon Targaryen y posible heredero al trono. Daemon es un destacado guerrero y jinete de dragón. Posee verdadera sangre de dragón y utilizará sus habilidades guerreras para involucrarse en la guerra de sucesión. Monta el dragón Caraxes y lleva una espada de acero valyrio.

Interpretado por Emma D'Arcy
 y Milly Alcock (niña) 
Rhaenyra Targaryen, Princesa de los Siete Reinos

Es la hija mayor del rey Viserys I, de su primer matrimonio con la reina Aemma. Designada por su padre como la legítima heredera al trono. Cuando Viserys muere, Rhaenyra tendrá que luchar para reinar contra su hermanastro, Aegon Targaryen, el primer hijo varón del segundo matrimonio de Viserys con Alicent Hightower.

Interpretado por Rhys Ifans

Otto Hightower

Otto es la Mano del Rey, que sirve tanto al Rey Viserys como al reino. Tiene el mismo papel que Ned Stark en 'Juego de Tronos'. Otto sospecha que el príncipe Daemon persigue el trono. Su objetivo es crear un camino para que su hija, Alicent, llegue al poder.

Interpretado por Steve Toussaint

Lord Corlys Velaryon

Apodado la Serpiente del Mar, Corlys es el señor de la Casa Velaryon, conocido por su talento para las aventuras náuticas. Al igual que los Targaryen, los miembros de la Casa Velaryon son de origen valyrio, lo que les confiere un cabello plateado.  Casado con la princesa Rhaenys Targaryen, Corlys es el padre de Laena y Laenor.

Interpretado por Oliva Cooke
y Emilie Carey (niña)

Alicent Hightower

Alicent es la hija de Otto Hightower. Se la considera la mujer más "agradable" de Poniente. Se casa con el rey Viserys cuando la princesa Rhaenyra tiene 9 años, con la que al principio están muy unidas. Su relación se ve afectada por las ambiciones de ambas mujeres por el control del Trono de Hierro. Alicent tiene dos hijos con el Rey Viserys. Pero Rhaenyra, la mayor de los hijos del rey, sigue en la línea de sucesión.

Interpretado por Fabien Frankel

Sir Criston Cole, caballero de la guardia real

Ser Criston Cole es un caballero de la Casa Cole que llega a ser Lord Comandante de la Guardia Real de Viserys I Targaryen. Su relación con la hija de Viserys, la princesa Rhaenyra Targaryen, es primero amistosa y luego adversa

Criston convence al hijo de Viserys, el príncipe Aegon el Viejo, para que reclamara el gobierno de los Siete Reinos mientras su padre yace muerto. Esto provoca  la Danza de los Dragones, una guerra civil entre Aegon II y su hermanastra mayor, Rhaenyra, a quien Viserys había preparado durante mucho tiempo como su sucesora. Por ello, el caballero pasa a ser conocido como Criston el Hacedor de Reyes. Criston también servirá como Mano del Rey de Aegon II durante parte de la guerra.

Interpretado por Sonoya 

Mysaria, aliada del príncipe Daemon

Mysaria conocida como Dama Miseria o Gusano Blanco por sus rivales es una bailarina de Lys, una ciudad de Essos, que se convierte en aliada y amante de confianza de Daemon Targaryen.

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El árbol genealógico de los Targaryen tal vez sea la representación más célebre y ostentosa de las dinastías del universo fantástico de nuestro tiempo.

El linaje Targaryen es la casa que durante más tiempo gobernó en los Siete Reinos. Teniendo en cuenta que, para mantener una descendencia valyria de lo más pura, los Targaryen se casaban entre sí, estableciendo uniones entre primos, tíos y sobrinos e incluso, lo más común, hermanos.

En Poniente, tres hermanos encabezan el árbol genealógico de los Targaryen: Aegon I, Visenya y Rhaenys. El dragón de tres cabezas del blasón de la Casa homenajea a cada uno de ellos y, por supuesto, a los tres dragones con los que conquistaron Poniente: Balerion, Meraxes y Vhagar.

Aegon I, conocido también como el Conquistador, se apoderó de los Siete Reinos y comenzó una dinastía que reinaría durante casi tres siglos. Sin embargo, Aegon I no solo emprendió la conquista de Poniente por pura ambición sino que además anticipó el fin de Valyria, pues soñó con una tragedia mayor: la llegada de los Caminantes Blancos, el Largo Invierno y el fin del mundo de los hombres.


domingo, 1 de mayo de 2022

Reseña #49 - La vida invisible de Addie Larue - V.E. Schwab


 La vida invisible de Addie Larue es una novela de la que escuché hablar incluso antes de que saliera publicada. Después, cada vez que me topaba con ella, que fueron muchas, en la estantería de alguna librería, no podía evitar sentirme atraída por su sublime portada y su trama original. Pero siempre estaba presente el miedo a comenzar a leerla y terminar decepcionada. Sin embargo, después de haber leído todas las críticas positivas y todos los elogios que recibió, finalmente me sumergí en sus páginas y solo puedo decir que no me arrepiento en absoluto de haberlo hecho. Honestamente, el libro me dejó literalmente pasmada. No esperaba sentir toda esa mezcla de emociones, desde el odio y la ira hasta la alegría y la felicidad, e incluso la tristeza y la conmoción. Es el tipo de libro que amas u odias, y en mi caso, ¡me encantó!







La historia promete ser intrigante y, en definitiva, lo es. No esperéis una historia salpicada de acción a cada pasaje, al contrario, es una historia que toma su tiempo para crear una cierta atmósfera. La lentitud en el ritmo de la narración no me ha molestado en absoluto, al contrario, me ha permitido entrar más fácilmente en la vida de Addie, en la soledad que experimenta el personaje principal, en la extensión del tiempo que transcurre mediante flashbacks. La alternancia entre pasado y presente, por otro lado, posibilita la duración del suspense y la comprensión de ciertas situaciones. La atmósfera, descrita por Victoria E. Schwab, autora también de Shades of Magic, es fluida y a la vez exquisita.













La pluma filosófica y afilada de la autora consigue transportarnos perfectamente al universo de Addie Larue, una joven francesa del siglo XVIII, obligada a contraer matrimonio contra su voluntad, un matrimonio del que quiere escapar a toda costa. Y para lograrlo, se resigna a hacer un pacto de lo más singular con el mismísimo diablo: ofrecer su alma a cambio de la inmortalidad, de la inmunidad y de la libertad incondicional. No obstante, todo pacto diabólico tiene sus consecuencias y Addie lo descubre muy pronto, pero demasiado tarde, pues acaba por pagar un alto precio por esa libertad tan deseada; haga lo que haga, vaya donde vaya, estará condenada eternamente a no dejar rastro de su existencia en la memoria de aquellos a quienes conoce como si nunca hubiera existido. Por no hablar de ese misterioso ser de la noche con el que negoció y que sigue persiguiéndola para apropiarse de su alma de una vez por todas... a pesar de los innumerables intentos de ella por retrasar la fecha límite de su pacto cada año.








Addie es, de alguna manera, un personaje atemporal, que ha vivido trescientos años cargados de soledad, de penurias, de angustia… Cada vez que conoce a alguien y ese alguien la pierde de vista, aunque sea solo una milésima de segundo, su recuerdo sobre ella se esfuma como el humo entre los dedos. No tiene familia, ya que sus padres no recuerdan haber tenido una hija, ni conocidos ni amigos. Ni siquiera tiene un techo donde resguardarse del frío, porque sencillamente Addie… no existe para el mundo. Con esa maldición, el diablo irá visitándola a lo largo de los años instándola a que se rinda, a que decida poner fin a su vida y así él pueda quedarse con su alma…. hasta que, en 2014, ocurre algo que lo cambia todo por completo. Addie conoce a un chico en New York, Henry, la primera persona que es capaz de recordar su nombre y hacerla real pronunciando justamente las palabras que Addie ha deseado tanto escuchar desde hace siglos « Me acuerdo de ti ».

Si la primera parte de la novela se detiene en su peregrinación en solitario, en su descenso a los infiernos, la segunda es más chispeante, con la llegada de Henry a su vida. Además, Henry es un personaje excepcional y conmovedor por su falta de confianza en sí mismo con una familia poco o nada presente y grandes dudas. En cambio, Addie enamora por su carácter decidido, sus motivaciones, su ansia por vivir, por disfrutar cada momento, después de siglos de soledad y olvido. La relación entre ambos, su historia de amor idílico es simplemente abrumadora, mágica y hermosa pero también melancólica al mismo tiempo.





En cuanto al personaje de Luc, también conocido como el oscuro, me encantó. Me sedujo su carisma, su aura de magia y el misterio que lo envuelve, como ocurre con Darkling en Grisha, Nathaniel Thorn en Sorcery of thorns o Cardan en The Cruel Prince. Todos ellos son personajes muy parecidos: manipulan y quieren dominar a los demás, pero al final esconden su profunda soledad porque nadie se toma el tiempo de apreciarlos. La necesidad de poseer a Adeline y tomar su alma se vuelve cada vez más apremiante y podemos sentir esa evolución a lo largo de la novela. Su relación, como dos imanes opuestos, termina por unirlos y soldarlos. Me encanta la cara de ángel y demonio que le dio la autora, inspirándose en las fantasías de Addie para crear a este dios de la oscuridad.





Por esta y otras razones, los personajes nos parecen increíblemente humanos, complejos y realistas. Están muy bien construidos, incluso los personajes secundarios son tan reales como los principales. Nos dejamos transportar a este universo tan singular donde las páginas se deslizan por sí solas. Una vez pasadas las primeras 200, la historia se vuelve verdaderamente adictiva. Queremos saber más, nos intriga Luc, los vacíos en el pasado de Addie, ¿por qué Henry es capaz de recordarla mientras el mundo sigue igual?, ¿qué ha cambiado?, ¿qué ocurrirá cuando el diablo descubra esa grieta en su plan?... Porque, obviamente, nada queda al azar cuando uno de los jugadores es el demonio, cuando ya hace cientos de años que sabe que Addie forma parte de él, de sus tinieblas y, sobre todo, está dispuesto a lo que sea para demostrarle que su humanidad ya no es tal.






Esta novela, llena de violencia, poesía, amor y oscuridad, es una oda a la vida para recordarnos que de nada sirve vivir, que si no dejamos huellas en las personas es como si nunca hubiéramos existido. Además, la autora aborda temas específicamente universales como el miedo al paso del tiempo, la muerte, la aprensión de no tener el control de nuestra vida, o de que ésta resulte insignificante, de poder elegir, la soledad,… Los temas adquieren significado y hacen eco de nuestros propios sentimientos al más puro estilo faustiano de Goethe, incluso con claras reminiscencias a El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde.







En definitiva, una trama original que conmueve y sorprende, con un ritmo pausado y unos personajes tan especiales como Addie, una joven heroína que podría parecer ingenua pero que resultar ser mucho más combativa y maquiavélica de lo que el "diablo" podría haberse imaginado. Addie os embarca en su aventura donde recorréis los acontecimientos de su pasado con sufrimiento o dolor pero también con notas artísticas de esperanza. Con un estilo más maduro, más elaborado y capítulos cortos, Schwab os atrapa en la historia de Addie desde la primera página, logrando que empaticéis y os enamoréis de ella. El pasado y el presente se alternan para transmitir una historia que sucede en distintos lugares del mundo, Francia o New York son algunos de ellos, en unos contextos preciosos y oscuros a veces, de los que no querréis salir. Un relato conmovedor, con un final triste y melancólico... que no os dejará indiferentes. De modo que leedlo, aunque solo sea una vez en vuestra vida. Eso sí, como ya dije anteriormente, no es un relato lleno de acción, así que si eso es lo que esperabais, entonces no lo leáis porque os decepcionará. En lo que me concierne, he devorado esta novela como quien come una tarta de chocolate, he saboreado cada migaja, he mordisqueado al máximo la trama y he apreciado la dulzura de cada frase. Si por mí fuera, podría pasarme largas horas hablando de ello, pero todo llega a su fin,… salvo la vida de Addie, a quien siempre recordaré a pesar de su maldición.