Libro electrónico o libro de papel, ¿con cuál te quedas?

¿Libro de papel o libro electrónico? Parece uno de esos debates de nunca acabar, porque ambos formatos tienen sus amantes apasionados y sus férreos detractores. 

Tengo que reconocer que soy una apasionada de la tecnología y siempre me he sentido atraída por lo último. Lo confieso, yo también tengo uno de esos ebooks, libros electrónicos o digitales, o como quieras llamarlo, y durante mis años de estudiante me descargaba algún que otro libro digital y, la verdad, me gustaba leerlo desde mi dispositivo electrónico. Sin embargo, honestamente, los libros de papel siguen siendo la forma de leer más simple. No existe esa preocupación por si la batería aguantará o no antes de que acabes de leerlo, ni la molestia de tener que ajustar el brillo de la pantalla.

En un principio, muchos creían que, con el impacto de la comunicación digital y la llegada de los libros electrónicos, el libro tradicional acabaría por desaparecer, pero nada más lejos de la realidad, ya que gracias a sus fieles defensores, el libro tradicional sigue estando más vivo que nunca en nuestra sociedad, porque no siempre se trata de lo último en tecnología sino también de que la sensación entre leer en formato digital o en papel no es ni remotamente la misma.

Y, como estoy segura de que entre tod@s nosotr@s habrá quienes se posicionen en el bando del libro digital y quienes se posicionen en el bando del libro tradicional, me gustaría repasar los pros y los contras de cada uno, y en función de esto, que cada uno decida con cuál se queda.

Ventajas de los libros digitales

- No ocupan espacio y, por lo tanto, no tenemos que preocuparnos de buscarles un hueco en casa, ya que podemos almacernarlos en el ordenador, en una memoria USB o en el mismo dispositivo electrónico. Caben en cualquier lugar donde no caben los libros tradicionales. ¿Te imaginas la cantidad de libros que se podrían almacenar en una memoria externa? Miles. Millones.

- ¿Un libro de 500 páginas? No importa, porque no pesa nada. Es más, podrías llevar una gran cantidad de libros electrónicos en tu dispositivo sin que por ello te duelan los hombros o la espalda. Al igual que pasa con el espacio que ocupan, el peso es otro gran punto a favor del libro digital.

- Fáciles de transportar, y no solo en viajes largos sino también en desplazamientos cortos. Puedes leer varios libros desde el mismo dispositivo: no siempre es posible saber lo que nos apetecerá leer cuando lleguemos a nuestro destino. Te puedes llevar contigo uno o quinientos libros al mismo tiempo.

- Disponibilidad inmediata. No necesitas recorrerte librerías en busca de tu libro, con tan solo acceder a alguna de las múltiples plataformas que venden libros electrónicos y hacer un par de clicks puedes hacerte con él y empezar a leerlo inmediatamente. Además, a través del ebook puedes recibir recomendaciones literarias según tus gustos.

- Bajo precio. Los libros en formato digital son más baratos que los de papel. Más aún si se tiene en cuenta el costo de envío de los libros en papel. Además en Internet puedes encontrar una gran colección de libros digitales gratuitos.

- Sincronización de las lecturas. Esto es posible gracias a la llamada lectura «en la nube» y con los dispositivos apropiados, se puede comenzar a leer en un libro electrónico y continuar la lectura en tu tableta o en tu teléfono móvil.

- Anotaciones y marcas. Puedes tomar infinidad de anotaciones en los libros electrónicos, subrayarlos, marcar páginas… sin estropear el libro. Es más, si quieres puedes deshacer todo sin que quede marca alguna.

- Adaptación tipográfica. Permite adecuar el tamaño de las letras, cambiar la tipografía y darle mayor oscuridad o claridad a las mismas.

- Iluminación propia, lo que te permite leer en cualquier parte incluso en la oscuridad.

- Privacidad. Sí, habéis leído bien. Al tratarse de un libro electrónico, no existe una portada concreta, a no ser que la funda protectora valga, nadie sabe lo que estás leyendo por lo que te evitarás interrupciones como « ¿Qué tal el libro ? » o « Yo ya me lo he leído».

- Los árboles estarán a salvo. No se gasta papel y disminuye la tala de árboles.

…y desventajas

Lo cierto es que el libro electrónico tiene también sus desventajas, para qué lo vamos a negar. Por ejemplo, en un momento determinado se puede agotar la batería y dejarte en mitad de la lectura. También existe el miedo a que se nos caiga y se rompa, algo que no pasaría con el libro tradicional. Por otro lado, se requiere un conocimiento mínimo de tecnología, motivo por el cual las personas de avanzada edad no se sienten seguras ni cómodas con estos dispositivos. Tampoco existe esa sensación de logro conseguido con el consiguiente ritual de guardar el libro, una vez terminado, en la sección de «libros leídos» de la estantería de casa, ni de poder tocar sus páginas o de disfrutar de su tan característico “olor a libro”.

Ventajas de los libros de papel

- Perdurabilidad. Los libros en papel se quedan para siempre ya que pueden llegar a durar décadas y siglos.

- Fáciles de utilizar. No se necesita ajustar el “brillo del papel” ni cambiar de página con un botón. Lo más interesante de los libros de papel es que te sumerges directamente en la historia, te concentras solamente en el texto. Sin distracciones. Basta con abrirlo y empezar a leer. Además es fácil volver a páginas anteriores o pasajes anteriores del libro… la relectura es más sencilla.

- No te dejará nunca tirad@. Un libro en papel no te dejará en la estacada porque se le acabe la batería, porque no sepa reconocer el formato o por la actualización del software.

- Conforman una biblioteca. Para muchos amantes de la lectura, pocos lugares son tan agradables como una librería o una biblioteca, sea pública o privada. Recorrerla, perderse en ella, pasearse entre las estanterías de libros en papel para descubrir lecturas o simplemente ojear y hojear distintos títulos.

-Tienen vida propia. Cada libro nos puede hacer recordar un momento, nos sentimos acompañados en viajes… Sin olvidar sus anotaciones en los márgenes, las dobleces en las páginas, sus marcapáginas o demás cosas que podemos encontrar dentro de ellos para guardar una lectura, como cartas, fotografías, calendarios, billetes de tren… y que cuentan historias más allá del libro mismo.

-Se pueden regalar, prestar, compartir sin necesidad de un soporte digital. Un único ejemplar puede ser leído por muchas personas sin que eso represente ningún problema ni se haga nada ilegal.

-El poder de la nostalgia. El fetichismo por los libros existe… su olor a nuevo, su tacto, su belleza visual,…ver cómo se gasta y envejece con el paso del tiempo.

-Un libro siempre es un buen regalo con el que acertar para los amantes de la lectura.

-No generan basura tecnológica. Es cierto que la producción de libros exige derribar árboles, pero éstos son un recurso renovable "siempre que los bosques y plantaciones sean bien gestionados". Además los libros de papel que terminan en la basura se biodegradan con mucha mayor facilidad y rapidez que los plásticos y sustancias químicas de los aparatos electrónicos.

…y desventajas

Al igual que los libros digitales, los libros de papel también tienen sus desventajas. Por ejemplo, necesitan mucho espacio para su almacenamiento. Son pesados para transportar, ¡demasiado!, para llevarlos en el bolso todo el día de aquí para allá, solo para poder leerlos en nuestro tiempo libre que, a veces, no es mucho. Y sí, con el tiempo pueden estropearse si no se cuidan. Y qué me dices de su elevado coste…  porque los libros tradicionales suelen costar un poco más que los ebooks debido a costes de impresión y envío. En cambio, con los libros digitales no existen esos gastos ya que se trata de archivos informáticos. Sin embargo, no olvidemos que el dispositivo hay que comprarlo.

No puedo dejar de aportar mi granito de arena acerca de lo que yo opino de ambos. Ya sean en formato digital o en papel, también cuenta el aspecto emocional. Para cualquier amante de los libros, nuestra colección de libros, independientemente del formato, es nuestro más valioso tesoro. Posiblemente en su totalidad no tenga mucho valor ecónomico en el fondo, pero si un valor sentimental, emocional, como por ejemplo aquel libro que leímos durante aquellas geniales vacaciones; o aquel otro que nos hizo desvelarnos durante noches hasta terminarlo, cautivad@s por su historia. Son libros que se convierten así en algo más que transmisores de un mensaje o una idea, son evocadores de recuerdos, momentos y experiencias vividas durante su lectura.

Personalmente, yo me decanto por la convivencia entre ambos formatos y que cada uno disfrute de la lectura de la forma que más le guste.

No obstante, seguro que much@s de vosotr@s tenéis predilección por alguno de los dos formatos. Así que, y tú... ¿de qué bando eres?