Seguramente San Valentín, justo en el momento de ser decapitado, nunca imaginó que su nombre sería, un día, sinónimo de amor, ni que tras su muerte, dos mil años después, sería recordado, por millones de personas en todo el mundo a través de cajas de bombones, cartas románticas o cenas a la luz de las velas, año tras año, todos los 14 de febrero… Pero ¿Quién fue realmente San Valentín y por qué se convirtió en el patrón de los enamorados?
El 14 de este mes es San Valentín y tal
vez merece la pena revisar el concepto del amor para conocer su evolución hasta
nuestros días. El amor puede
ser embriagador, maravilloso, apasionado y hasta devastador. Ha fascinado a artistas, poetas y,
obviamente, a románticos durante siglos.
El amor, tal como lo conocemos hoy, se inventó en el siglo XII, de la mano de trovadores, de poetas líricos que componían sus obras en la lengua occitana y proponían un arte de amar, el amor cortés, que se convirtió, durante ese siglo y el siguiente, en un sentimiento poderoso. Desde el amor cortés al amor desgraciado, desde el romanticismo ridículo a los amores imposibles, desde la telenovela con final feliz al cine universal, desde los cuentos de hadas al « ménage à trois », todo ha cambiado en los dos últimos siglos. El amor se ha diversificado y pluralizado en nuestro devenir cotidiano. En realidad, su esencia no ha cambiado tanto, solo varían sus símbolos y su significado, la conducta y la libertad.
Desde el principio de los tiempos, las personas se han
enamorado, pero no siempre se ha proyectado el amor de la misma forma. En la Grecia
Antigua, existían más de 30 vocablos para definir la palabra amor. Así, «Eros»
significaba «pasión física» mientras que «filia»
expresaba el cariño familiar, el cariño por la comunidad o incluso por
conceptos abstractos, como el conocimiento.
En la Roma Antigua, el hogar de San
Valentín, el amor era visto de forma menos romántica que en la actualidad. En
las clases altas, el matrimonio se acordaba sin contar con el amor ni con el
consetimiento de los esposos, solo para proteger la riqueza, el status y el
poder, al margen de toda atracción y de todo afecto.
Ahora bien,
muchos historiadores concuerdan en que el concepto de amor romántico se inventó en la literatura de la Edad Media, mediante esa idea medieval de
caballerosidad y de amor cortés, que emanaban de las historias románticas
caballerescas del momento. Nacía, así, por primera vez el concepto de amor
romántico visto como algo maravilloso y no como un negocio que destruía la
verdadera esencia de ese sentimiento.
Durante el Renacimiento y Barroco, el amor cortés continuó
evolucionando, sobre todo en Inglaterra, con los reinados de Enrique VIII e
Isabel I, durante los cuales se creó una gran cantidad de poesía romántica,
música y literatura, incluida la de William Shakespeare, cuyas obras, sonetos y
poemas trataban con frecuencia sobre los arrebatos y enredos del amor romántico.
Sin embargo, la verdadera revolución sobre el amor se produciría en el S.XVIII, momento en que la gente comenzaría a vivir en esa gran era llamada Romanticismo, surgida como una ideología en la Europa de ese siglo y que ha llegado hasta nuestros días, procedente de artistas, poetas y filósofos. El romanticismo ha terminado por conquistar a todo el planeta… y ese influjo se refleja simplemente en situaciones tan cotidianas como esa adolescente que afronta su primera cita romántica, o ese matrimonio que pasa por una crisis de pareja y que decide terminar su relación después de más de 15 años juntos… Y ¿vivieron felices para siempre?... tal vez no.
Ahora el amor dura menos, no está basado en esa idea utópica de amor perfecto sino más bien en la convivencia. El amor romántico ha dado paso al amor cómplice de dos personas que comparten espacio y deseos. No hay príncipe azul, medias naranjas, sino hombres y mujeres que se unen para encarar la existencia con mayor calidad y afecto, para compartir tareas y actividades, educar hijos con conciencia. Ya no es tan sorprendente el divorcio ni casarse varias veces, porque se trata de ir encontrando no solo amor sino una forma de vida satisfactoria con parejas o sin ellas.
El amor terrenal ha impuesto su lógica. Complicidad y compañía,
colaboración, deseo, sexo y ternura. Lo que dure. Lo que termine, dará lugar a
otras experiencias. No hay que rendirse. El amor brillará como siempre, aunque
se viva de formas diferentes, más libres, sin tantos intereses. Compartir
espacio y vida por amor o … no compartirlos si el amor no está presente.
Sea como sea, el amor es uno de los mejores sentimientos que existen y el 14 de febrero, con su San Valentín, es el mejor día para celebrar el afecto, el
cariño y la pasión. De hecho, el "día de los enamorados" se creó para celebrar todos los tipos
de amor, que son… muchos.
Así que ...
Hola!
ResponderEliminarQué historia tan interesante! Nunca se tiene suficiente información sobre la vida, la historia y el amor. Muchas gracias por la información!
Un abrazo! Nos leemos pronto!
Hola Elena!
EliminarDe nada guapa, me alegra que te haya gustado.
Nos leemos.
Salu2
Vengo a devolverte la visita a mi blog y me encuentro con esta interesante historia y reflexión sobre el amor. Me ha gustado conocer tu blog
ResponderEliminarBesos
Hola Isabel,
EliminarGracias por pasarte y me alegro que te haya gustado la entrada.
Por cierto, ya te sigo.
Besotes
¡Hola!
ResponderEliminarMe sonaba un poquito la historia que iba detrás de éste día, pero no la conocía realmente y es muy interesante ✨.
¡Un beso!
Hola guapa!
EliminarMe alegro que te haya gustado.
Besazos