Para el personaje principal, Surnow y el resto de productores se decantaron por la actriz australiana Peta Wilson. Una joven rubia de impactantes ojos azules
vagabundea por las calles, sucia, maloliente y drogada con tan mala suerte que
se ve envuelta por casualidad en un asunto bastante turbio que determinará su
destino. Así empieza la historia. Nikita es acusada injustamente de un crimen
que no ha cometido y, si no quiere que su tumba sea algo más que un falso
testimonio de su falsa muerte, tendrá que permanecer en ese infernal lugar llamado
Sección 1, una organización gubernamental que vela por la paz de todos los
seres humanos del mundo, una organización tan secreta que hasta el mismísimo FBI,
KGB o CIA ignoran su existencia. Nikita solo tendrá dos opciones: ir a parar a
la tumba o entrenar hasta convertirse en una de sus agentes espías y en una de
sus asesinas a sueldo más implacables. Sin embargo, Nikita, que se guiaba más
por el corazón que por la cabeza, vivía en una constante lucha interna por
intentar mantener su integridad moral intacta con las órdenes impuestas por la
Sección 1. Ésta última era capaz de matar gente inocente con la idea de que
sacrificar a unos pocos merecía la pena para salvar a millones, usando siempre medios
eficaces pero también inmorales para terminar con el terrorismo internacional,
los conflictos bélicos xenófobos en lugares como los Balcanes u Oriente Medio, adicciones de todo tipo, tráficos de armas, narcotráfico, guerra
nuclear, armas biológicas, activismo, revoluciones políticas, clonación humana,
tortura y un sinfín de amenazas más.
Michael Samuelle (Roy Dupuis) era el mejor agente operativo nivel 5 de la Sección 1, ex estudiante de la Universidad de Paris. Fue encarcelado tras una
manifestación universitaria, acusado de terrorista y condenado a trabajar para
la Sección 1, donde se encargaría de la planificación estratégica de las
operaciones en el exterior. Aparentemente sin sentimientos, se convirtió en un asesino nato poco hablador, frío y robotizado. Convivían en él dos seres completamente opuestos. Amaba a su primera esposa, Simone, una agente de la S1 que fue capturada en una misión y que, más tarde, se suicidaría para acabar con sus secuestradores. Muy leal a la S1, fue incluso capaz de ejecutar misiones donde los parentescos no importaban. Incluso se casó con fines operacionales con Elena, la hija de un terrorista muy buscado y difícil de ubicar, para encontrarlo y eliminarlo. Con ella tuvo un hijo que se convertiría en el puntal emotivo de Michael y su razón de vivir en la Sección. Cuando Nikita llegó a la S1 se convirtió en su mentor y, más
tarde, en su compañero de trabajo. Su relación terminaría estrechándose mucho
más de lo permitido en la S1.
Operactions, seudónimo de Paul Wolfe (Eugene Robert Glazer), el jefe de Sección 1, nivel 9, ex veterano
de Vietnam, ex combatiente temido por muchos, odiado por algunos. Fue una especie de tirano que dirigía la Sección como una base de poder sin otorgar mayores consideraciones por conseguir sus objetivos. Solo le temía a George (Oversight), su jefe. Impulsivo, vengativo y tan ambicioso que acabó utilizando la
Sección 1 cada vez más de acuerdo a sus propios intereses, lo que acabaría llevando a un enfrentamiento con algunos de sus agentes, incluida Nikita. No
obstante, Operations tenía una debilidad por la que era capaz de romper todas
las reglas internas de su organización, una mujer: Madeline.
Seymour Birkoff (Matthew Ferguson) era el genio de la informática, residente y puntal clave de las S1.Tímido pero con iniciativa, de sus habilidades dependía el éxito o fracaso de las misiones en progreso. Nació en la S1 y fue separado de su hermano gemelo, Jason, que vivió una vida normal, convirtiéndose en un empresario éxitoso de la industria del software. A través de Walter, Seymour descubrió que tenía un hermano gemelo, de personalidad completamente opuesta a la de él. Birkoff se obsesionó por ir en busca de su hermano y para ello, creó un programa de inteligencia artificial para que le reemplazara ya que planeaba dejar la Sección. El programa terminaría por descontrolarse poniendo en peligro la S1. Seymour se sacrificaría para destruir a su creación, muriendo con ella.
Madeline (Alberta Waltson) Era una estratega ejecutiva, psicóloga y segunda al mando, nivel 9, mujer fría e impersonal, sus análisis eran muy rigurosos y eran la base de las decisiones de Operations. Era maestra de la manipulación y la tortura para obtener información y no escatimaba medios para conseguir los fines de la Sección. Ella descubrió la relación entre Nikita y Michael e intentó por diferentes medios destruirla, ya que iba contra las reglas, pero sus acciones conducirían muchas veces a situaciones límites que ella no pudo estimar ni prever. Mantuvo con Operations un romance furtivo y secreto, pero a diferencia de Michael y Nikita, ella estaba completamente manipulada por Operations y sus sentimientos no estaban completamente definidos. Era la única persona en la Sección en completo control de sus facultades así como de sus emociones. Fue condenada por asesinar a su hermana siendo una niña.
Walter (Don Francks), fue un ex veterano de Vietnam, encargado de equipo, análisis y armamento. Era el único que aparentemente estaba exento de las influencias y designios de Operations, romántico y enamorado, amigo a toda prueba de Nikita y Birkoff, traspasó las leyes de la Sección con tal de apoyarlos. Tuvo un corto matrimonio con Belinda, una agente que sin saberlo estaba condenada a ser eliminada. La muerte de Belinda sin que Birkoff pudiera impedirlo causaría que Walter viera a Operations como un enemigo y fuera el más franco y directo con él, quien le estimaba. Operations acabaría perdonándole varias veces la vida por favores pasados en el conflicto vietnamita.
ATENCIÓN: CONTIENE SPOILERS |
Desde su llegada a la Sección 1,
Nikita tendría que luchar por su supervivencia, pero sobre todo lucharía por
mantener su integridad moral intacta aunque ello supusiera ser eliminada. Los
conflictos en las interrelaciones se sostenían dentro de una atmósfera sombría,
paranoica, desconfiada, en un ambiente donde primaba la doble moral y las
segundas intenciones, donde parecía que los verdaderos enemigos se encontraban
dentro de la propia organización y no fuera de ella. Aunque Nikita a menudo
anteponía la vida de otros a la suya propia infrigiendo todas las normas para
no corromper su alma ni su conciencia, parecía haber fuerzas mayores que la
protegían de su implacable jefe, conviertiéndola contra todo pronóstico, en una
superviviente y una de las mejores agentes de la Sección 1 aunque, para
desgracia de Madeline, fuera una agente con humanidad.
De calidez humana, Nikita estrechó
lazos con algunos de sus compañeros de infortunio. Así, creó una afable
relación paterno-filial con el experto en armas, el madurito hippie Walter,
para quien Nikita era su «nena» preferida en esa acorazada cárcel
subterránea que era la Sección 1. Con Walter como «papá», Nikita se
convirtió en una especie de hermana mayor protegiendo a Seymour Birkoff, el
joven genio en informática pero neófito en cualquier otro campo, en momentos
cruciales como cuando Birkoff corrió el riesgo de ser eliminado durante su
misión contra la organización La Liga por la Libertad. Sin embargo, ejercer de «hija
y hermana» no fue suficiente y tanto el lado más dulce como el más
salvaje de Nikita encontraron en el inquietante Michael su objeto de deseo. Una relación ambigua,
no exenta de aparentes traiciones, secretos, medias verdades y falsas apariencias,
con la que se fue construyendo la columna vertebral del conjunto de episodios
que conformaban la serie temporada tras temporada.
El duro entrenamiento de Nikita, tanto a
través de su mentor Michael como de Madeline,
supuso un aprendizaje para Nikita en el uso de armas de todo tipo, incluso las
más femeninas. Innegablemente el arma más poderosa era la feminidad de una
mujer…y Nikita, bajo el alias de Josephine, fue sin duda la femme fatale.
A lo largo de su vida como “Josephine”, otro principal conflicto de Nikita, aparte su lucha interna y su necesidad de libertad, era la incompatibilidad de su trabajo como agente secreto y su vida personal. De hecho, era una norma no escrita el que los agentes de la Sección 1 no tenían vida, ni personal ni de ningún tipo fuera de la S1. Sin ir más lejos, el apartamento de Nikita estaba vigilado las 24 horas. Establecer vínculos afectivos sin aparecer éstos en los perfiles de una misión podía dar lugar a más bajas de las necesarias. Por ello, Nikita renunció al amor fuera de la Sección 1 y terminó condenada a encontrarlo dentro. Michael, el hombre misterioso que tenía a Nikita hipnotizada y, a menudo, no se sabía si para bien o para mal, se caracterizaba por su ambigüedad y frialdad. Michael era presentado en ocasiones como fiel lacayo robotizado de la Sección 1, capaz de aparentemente traicionar o jugar con los sentimientos de Nikita si el perfil de la misión, o mantenerla con vida, así lo precisaba. Sin embargo, Michael escondía tras de sí una persona humana con su propio dilema interno que, llegado el momento, anteponía el bienestar de Nikita sobre todo lo demás. No obstante, contra todo pronóstico, al final de la primera temporada, Michael desobedeció las órdenes de matarla en una misión suicida dictadas por Operations y le dio a Nikita su ansiada libertad. Favor que Nikita le devolvería más adelante y por partida doble.
Cualquier posibilidad de
llevar una vida normal y crear un hogar era imposible para Nikita quien no
soportaba vivir toda su vida como una fugitiva incapaz de confiar en nadie ante
la constante amenaza de que la Sección 1 la encontrara. Ante esa cruda
realidad Nikita contactó con Michael y ambos, tras su primer encuentro romántico,
trazaron el plan para devolverla a la Sección; harían creer a Operations que
durante ese tiempo Nikita había sido rehén de La Liga por la Libertad. Para que
eso resultara creíble Nikita debía presentar evidentes síntomas de tortura…
En el primer episodio de la segunda temporada, Nikita se
reincorporaba a la Sección Uno fingiendo haber estado secuestrada
durante meses. Sin embargo, su vuelta a la S1 no
significaba su domesticación. Nikita nunca renunció a la
libertad pero, a partir de ese momento, se propuso conseguirla
de manera definitiva saboteando la Sección 1 y todo lo relacionado con ella
desde el interior con la ayuda de Adriana, con quien se había aliado y
quien le había dado pruebas, falsas o no, de que la
Sección estaba corrupta y no era lo que debía ser; un
defensor del débil. Juntas lideraron un golpe de estado a la Sección 1
enviando a George el expediente Gemstone para destruirla, pero Michael lo interceptó evitando así no sólo la destrucción
de la Sección 1 sino también la eliminación de
Nikita, pero aparentemente no la de Adriana, que, al
parecer, moría a manos o por órden de Operations y Madeline, quienes actuaban a espaldas de George.
A lo largo de las dos siguientes
temporadas, Nikita fue más fuerte que nunca porque Michael estuvo fielmente de su parte. Tan fuerte era el vínculo que les
unía, que Nikita se rebeló contra Operations cuando éste mandó eliminar a Michael anteponiendo el bienestar de Madeline,
que había sido secuestrada por la Célula Roja, al de la Sección 1. Nikita volvería
a salvar a Michael en múltiples ocasiones en el futuro, cuando ocultó a
la Sección 1 que Michael sufría amnesia temporal y cuando le dio una razón para vivir; ella. Tras
la pérdida de todo posible contacto con su mujer Elena, con quien se casó acatando
una misión, y su hijo Adam, ante los cuales debe parecer muerto, Michael perdió el control y se convirtió en víctima fácil del sistema.
Nikita le vigiló de cerca y evitó su muerte poniendo en peligro su propia vida,
lo cual haría reaccionar a Michael.
A partir de ese momento,
los dos agentes, los mejores de la Sección 1, se
convertirían en uña y carne, dispuestos a cualquier cosa para
permanecer juntos. No sólo compartirían amor, sino su mutuo odio hacia la
Sección 1.
Si Madeline y
Operations querían batirles, por aquello del «divide y vencerás», la única
estrategia posible era intentar separar a Michael y
Nikita, y vaya si lo intentaron… Dejando al margen cualquier moral
o norma, o inventando nuevas normas con las que justificarse, Nikita fue
manipulada para enamorarse de un terrorista ya que cada vez que le veía, creía reconocer
a Michael. Por su parte, Michael fue chantajeado y coaccionado por Madeline quien, creyendo que su orgullo profesional estaría por
encima de su amor personal, le dijo que si quería mantener
su privilegiado status de agente de más alto nivel debía cortar
definitivamente con Nikita. En un último y definitivo intento de
destrozar su unión, Operations envía a una misión lejana a Michael y, aprovechando esta ausencia, Madeline
reprogramó mentalmente a Nikita convirtiéndola en una agente sin
sentimientos, en resumen, borrando a la verdadera Nikita del mapa. Si
anteriormente el amnésico había sido Michael,
ahora lo era Nikita.
En el inicio de la cuarta temporada, el protagonista sería Michael en busca de la fórmula que lograse que Nikita
recuperase su corazón lleno de humanidad. Michael
descubrió, con la ayuda de Walter y Birkoff, que Nikita había sido víctima del
proceso Gelman, cuya primera víctima fue Adriana quien, contra todo pronóstico,
no fue eliminada de la faz de la tierra, tras su motín, sino utilizada como cobaya
de un experimento neurológico. Aconsejada por ella, que no estaba tan amnésica
como aparentaba, Michael, Birkoff y Walter secuestraron a la nueva e
inhumana Nikita con la esperanza de invertir el proceso Gelman. Esa vez, tenían
a George de Oversight, de su lado, que buscaba vengarse de Operations y Madeline por lo que le habían hecho a su amada Adriana.
Más tarde, una
nueva y recuperada Nikita buscaría respuestas a muchas preguntas sobre su
existencia: si su reclutamiento había sido casual, cuáles eran sus orígenes,
dónde estaba su madre o quién era su padre. Y también se cuestionaría sobre la
casualidad de ser la escogida para un nuevo programa piloto de la S1 que le
ortogaría la libertad a cambio de romper todo tipo de relación con cualquiera
de sus compañeros, en especial con Michael quien la
seguía amando y velando desde la distancia.
Sin embargo, Nikita no podría disfrutar, por mucho tiempo, de su libertad. George contactaría con ella para decirle que el precio por esa libertad sería la vida de Operations, lo que le haría sospechar, a pesar de sus enormes y justificados deseos de venganza, de que Operations pudiera ser su padre y por ende, le haría rechazar la atractiva oferta de asesinarle y, como consecuencia, volvería a ser su presa.
Como clímax a ese complicado entramado, Michael y Nikita lograron engañar a todos y escapar juntos de la Sección, pero por poco tiempo, ya que serían rápidamente encontrados… Y, por aquellas cosas del destino, justo en el instante en que la eliminación de al menos uno de ellos debía ser inminente, aparecía el gran jefe, Mr. Jones, que no era otro que el afable vecino de Nikita, Nick Shtoppel, quien la ponía al mando de la situación porque llevaban tres años trabajando juntos. Nikita acabaría por descubrir, más tarde, que Mr. Jones no era lo que parecía ser y que Nick Shtoppel, cuyo verdadero nombre tampoco era ése, era en realidad un actor contratado por el auténtico Mr. Jones para sustituirle. Además, éste último resultó ser el padre biológico de Nikita. Ante tal revelación, comprensiblemente, Nikita no sintió un repentino amor filial y, ante el dilema de escoger entre su padre y su amor, Michael, que regresó porque El Colectivo había secuestrado a su hijo Adam, escogió a su alma gemela. Nikita aceptó el juego de fingir que tenía a su padre como rehén ante El Colectivo para que Michael pudiera recuperar a su hijo, pero las cosas no salieron como habían sido planeadas. Finalmente parecía inevitable que, para salvar a Adam, se debía sacrificar a Michael pero, en el preciso instante de hacer el intercambio de rehenes, el padre de Nikita daba un giro a la situación y revelaba que era él y no Michael quien debía entregarse. Fue su manera de comportarse por primera vez como un auténtico padre. A partir de ahí, el tono de La Femme Nikita se convirtió ineludiblemente en agridulce, sobretodo para Nikita. La salvación de Adam pasaba por la muerte de su padre y el favor que éste le había hecho se convertía en condena porque Nikita se veía obligada a cumplir su promesa de permanecer en la Sección 1. Ya ocupando oficialmente el puesto de Madeline, Nikita tomó decisiones drásticas tras la evaluación del personal; Walter iría a La Granja donde entrenaría a nuevos operativos, Operations sería condenado a seguir en su puesto hasta ser asesinado en una misión; Madeline y Michael serían eliminados. El orgullo de Madeline no le permitió acatar tal órden y, antes que perder ante Nikita, se suicidó Birkoff se inmolaría para destruir el programa de inteligencia artificial que había creado.
Michael, por su parte, aceptaría estoicamente su destino de morir en una misión suicida pero, como era de esperar, Nikita aparecía, en el último momento, para salvarle y darle la libertad. Tal era el sacrificio de Nikita que, para que Michael aceptase irse, le mintió sobre sus verdaderos sentimientos. Ante eso, Michael se rajó los lagrimales con un cuchillo y sus mejillas se cubrieron de lágrimas de sangre. De esa manera expresaba sus sentimientos frente a Nikita, antes de aceptar sus deseos y desaparecer en la maleza.
Así que, contrariamente al Happy End deseado y, quizá esperado, Nikita no tendría la libertad que tanto había deseado y que merecía sino que tendría que permanecer en esa fría prisión y, además, sola puesto que Nikita, por segunda vez, liberó a Michael de la Sección 1. No obstante, la suya no sería una despedida sino un " hasta la vista", mientras Adam necesitase a su padre (su madre Elena había muerto en la temporada 4). Un día, Michael y Nikita tal vez podrían expresar sus sentimientos libremente. Así que quedaba el consuelo de pensar que, al estar Nikita al mando y Operations muerto, la Sección 1 sería un lugar mejor, con la primigenia filosofía de Adriana, su fundadora, restaurada.
CURIOSIDAD:
La característica
principal de la serie es la calidad de su banda sonora que incluye temas
electrónicos, trip hop, etc. Tiene un soundtrack original compuesto por Sean
Callery de temas instrumentales. El tema principal de la serie es de Mark Snow. Más información…
¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que el título me resulta vagamente familiar, pero no la he visto. Sinceramente, tras leer tu reseña me han entrado muchas ganas de darle una oportunidad. ¡Me la apunto!
Un abrazo,
María
Hola!
EliminarDe nada. Y espero que te guste si decides verla.
Un abrazo
¡Hola!
ResponderEliminarNunca había escuchado hablar de esta serie, pero por lo que comentas, tiene todo lo que me gusta en una serie, así que le echaré un ojo y veré si me termina enganchando.
¡Un beso!
Hola!
EliminarPues espero que te guste tanto como me gustó a mí. De hecho, hace poco volví a ver las 5 temporadas por internet. Besazos
Esta Serie es muy oculta y restringida por la tematica a ningun gobierno le conviene que la sociedad conozca las estrategias encubiertas que utilizan los gobiernos para operaciones encubiertas y de seguridad nacional, esta serie es muy similar a Ghost in the Shell solo que con androides y robots, me encanto tu reseña, es una pena que esta serie no este online ni por streaming para compra digital por la tematica que maneja, saludos desde mexico
ResponderEliminarHola!
EliminarMe alegra que te gustara este post. Por cierto, si quieres verla online, no dejes de echar un vistazo en esta web: https://www.seriespapaya.me/ver/la-femme-nikita/temporada-1/capitulo-1.html
Aquí podrás ver al completo esta serie. Espero que la disfrutes.
Salu2
Donde puedo ver la serie
ResponderEliminarHola!
EliminarTe recomiendo echar un vistazo en esta web: https://www.seriespapaya.me/ver/la-femme-nikita/temporada-1/capitulo-1.html
Salu2