Reseña #34 - Losing Me, Finding You - Natalie Ward

Desde el instante en que leí la sinopsis de este libro, me sentí intrigada inmediatamente. Una intensa, conmovedora y desgarradora historia de amor combinada con un toque de fantasía, narrada de la forma más románticamente posible… Pues sí! Acabé enganchándome desde la primera página para perderme por completo en la historia de Evie y Ben.

La trama está meticulosamente elaborada, cada palabra fluye junto con la intensidad de las emociones, emociones que simplemente se salen de las páginas por sí solas, logrando hacerte conectar por completo con la historia, con la química entre Evie y Ben, la fuerza de su amor, la lucha por recuperar los recuerdos, los encuentros épicos…

Honestamente, si en cualquier libro, una sola escena me hiciera sentir tanto como este libro me hizo sentir en cada escena,… lo catalogaría, sin duda, de asombrosamente excepcional.

El cumpleaños de Evie es el 29 de febrero. Cuando esa fecha llega cada año bisiesto, Evie se despierta en un lugar completamente diferente con una identidad diferente. Siempre conocida como Evie, tiene una nueva familia, una nueva casa, y ningún recuerdo de quién era antes. Cuando tiene cinco años, conoce a Ben. Los dos se convierten rápidamente en los mejores amigos. Sin embargo, cuando cumple 8 años, Evie se despierta con una extraña sensación que no puede quitarse de encima, en una ciudad diferente y sin recuerdos de su vida anterior. A partir de ese momento, tiene que averiguar quién es y dónde está para poder encontrar el camino de vuelta a él: Ben, que siempre la está esperando. Pero, de alguna manera a pesar de todo, Evie siempre se las arregla para encontrar su camino de regreso a Ben… basta con que Evie vuelva a ver a Ben para que se desencadenen todos los recuerdos de su vida anterior. Así los dos vuelven a caer en la amistad y en el amor. Este patrón se repetirá cada cuatro años a lo largo de la vida de Evie. Mientras tanto, Ben continúa con su vida normal, ya sea con Evie o esperando a que ella regrese a él.

Desde el principio, Ben y Evie tienen una conexión muy intensa… incluso ya de niños, se vislumbra fácilmente el carácter de Ben y la importancia que representará para Evie. Más tarde, como adolescentes, su relación está llena de pasión y amor, desde sentimientos inseguros e inocentes hasta una ardiente tensión sexual… De hecho, la relación que comparten es excitante, pasional, emotiva, romántica, por eso cada vez que Evie deja a Ben es absolutamente desgarrador. Por su parte, Ben siempre es testigo de la desaparición de Evie el día de su cumpleaños, a medianoche. Él se convierte en la única persona que conoce su secreto y también en su detonante, en el detonante que le traerá una avalancha de recuerdos de todas sus vidas anteriores y que le conducirá hasta Ben,… porque ese amor mutuo que sienten el uno por el otro es un sentimiento suficientemente poderoso para prevalecer sobre cualquier otra cosa.

Ben es probablemente uno de los más asombrosos y perfectos héroes de libros de todos los tiempos. La profundidad de su amor por Evie hace que tu corazón se derrita. Su completa devoción por ella y la aceptación de que no importa lo que pase son simplemente sublimes. Él la ama incondicionalmente. Ella es el amor de su vida. La protege, lucha por ella, está a su lado en todo. No existe ningún obstáculo que no enfrente por ella, por estar con ella.

En cuanto a Evie, ella es también un personaje asombroso que no se deja abatir por su condición y se aferra a la única constante en su vida: Ben.

En definitiva, esta historia me encantó, y mucho. Es un viaje emotivo original e inesperado sobre el destino y el amor eterno, que te embarca en una montaña rusa de sentimientos contradictorios: tan pronto ríes como lloras, te invade la alegría como, de repente, la tristeza,.... Minutos, segundos, días, años, ésta es la historia de un amor interminable que lucha contra el tiempo.

Personalmente, es uno de los mejores libros que he leído en este comienzo de año, de esos que se pegan a tu alma, que te consumen y se apoderan de tu vida hasta tal punto que cada 29 de febrero siempre vendrá a la mente la apasionada y trágica historia de Evie y Ben. ¿Qué más podría decir? Que es absolutamente recomendable.

Un pequeño consejo: preparad los kleenex.